“La vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino sólo por la falta de sentido y propósito”.
Víctor E. Frankl
Cuando tenía un trabajo que no me gustaba, me aburría todo el tiempo. Lo único que hacía era prepararme para ir a trabajar, descansar de una larga jornada laboral, esperar con ansias el fin de semana y temer el lunes. Toda mi vida giraba en torno a un trabajo que no me gustaba. ¿Qué haces cuando te aburres? Como la mayoría de las personas, hice todo lo posible para evitar el aburrimiento.
Veía muchos programas buenos de televisión y películas que salieron. Hablé sobre ellos sin parar con la gente. . ¡Es toda información inútil!
Al mirar atrás, me pregunto: “¿Qué estaba haciendo?”. Aquí hay otra. También quería hacer algo todos los fines de semana. Salir a un restaurante o visitar una ciudad diferente. Solo quería estar ocupada con tonterías todo el tiempo. Ahora bien, esas actividades no son inútiles por sí mismas. Todavía me encanta ir a restaurantes.
El problema es cuando te vuelves adicto a gastar tu tiempo de una determinada manera. Te pones inquieto cuando no planeas algo, incluso si no es útil. Es entonces cuando corremos el riesgo de estar demasiado ocupados y desperdiciar todo nuestro tiempo libre. Es un desperdicio.
Con tanto tiempo libre, ¿qué deberíamos hacer con este mar de tiempo? No subestimes el tiempo, es tu activo más valioso. El dinero va y viene, pero el tiempo no. Una vez que lo pierdes, nunca lo puedes recuperar.
Cuando no te aburres ni un solo momento en tu vida, has encontrado tu propósito. Pasas cada minuto de tu vida despierto en tu propósito. Por lo tanto, el aburrimiento no existe. Ya no pierdes tu tiempo con actividades sin sentido.
