Lección de liderazgo: aceptar que las personas son diferentes

Lección de liderazgo: aceptar que las personas son diferentes

Esta es la mayor lección de liderazgo que he aprendido: evitar intentar “moldear” a las personas.

Los gerentes y líderes a menudo hablan de “lograr que todos estén en la misma sintonía”. Si bien creen que es más productivo si todos trabajan de la misma manera, lo cierto es lo contrario. La verdadera razón por la que los gerentes y las empresas enteras intentan que todos estén en la misma sintonía es porque son débiles y tienen miedo. Piensan que moldear a todos en un conjunto de valores y procesos de la empresa creará un ejército unificado de trabajadores. Esta forma de pensar es defendida por muchos gerentes. Creen que las personas trabajarán mejor cuando sean más parecidas.

Al intentar que todo funcione de la misma manera, se debilitan las diferencias entre las personas. Y, muy a menudo, las diferencias entre las personas conducen a grandes resultados. Al reducir las diferencias entre las personas, también se mata la creatividad y el flujo natural . La sensación de que tienes que trabajar de una manera descrita por tu jefe hace que la mayoría de nosotros estemos menos motivados.

Las lecciones de liderazgo nos muestran que el verdadero peligro es que, cuando se intenta convertir a las personas en algo que no son, éstas aportan menos energía y motivación a la tarea. Al principio, las personas pueden estar entusiasmadas con una nueva dirección. Este efecto se observa a menudo en los nuevos directivos: creen que su estrategia está funcionando, lo cual es cierto, pero no durará.

En lugar de moldear a las personas para que sean lo que usted quiere, relájese y ábrase a las visiones únicas de las personas. Como líder, puede ofrecer a su gente un marco de trabajo para que puedan hacer su trabajo. Por ejemplo, Steve Jobs no tuvo miedo de dejar que Jony Ive prosperara. Y Jony Ive se convirtió en una de las personas más importantes de Apple.

Todos tenemos que ser líderes tarde o temprano. Piensa en pequeños proyectos que podrías tener que dirigir con un puñado de personas. Eso es suficiente para demostrar tu liderazgo. Al no tener miedo de las capacidades y talentos de las personas, puedes dejar que se destaquen en lo que hacen. Esto, en última instancia, conducirá a mejores resultados.